Relfexión sobre “La noche boca arriba”
“La noche boca arriba,” por Julio Cortázar, es un cuento muy único e interesante. No es como otros cuentos de fantasía porque los personajes y las situaciones son realistas. El aspecto extraño es que hay dos realidades; el hombre está ocupando dos mundos—uno en Buenos Aires moderno, y otro en México antigüo. Eligí el pasaje final del cuento para comentar, cuando el hombre se da cuenta de que la pesadilla es realmente la realidad, y lo que parece la realidad es realmente un sueño muy extraño—“un sueño en el que había andado por extrañas avenidas de una ciudad asombrosa, con luces verdes y rojas que ardían sin llama ni humo, con un enorme insecto de metal que zumbaba bajo sus piernas.” Esta descripción es la más interesante porque muestra el aspecto fantástico del cuento—que el hombre puede soñar el futuro. El semáforo y la motocicleta no habían sido inventados, y por eso es imposible que el hombre podría haber imaginado estas cosas. La manera en que el hombre describe los objetos futuros es fascinante porque no tiene nombres para ellos—sólo puede usar palabras familiares (del mundo antigüo) para describirlos. Por ejemplo, la motocicleta es “un enorme insecto metal.” Estas descripciones son interesantes porque cuando él está en este sueño, nunca parece confundido sobre la tecnología o las cosas futuras. Es como su mente tiene la capacidad de viajar por el tiempo para escapar el presente. Sobre todo, el pasaje final del cuento es importante porque está relacionada al tema de la fantasía en el cuento.